Finca La Liliana, integración sustentable del silvopastoreo, agroecología, conservación y turismo rural en Camagüey, Cuba

Resumen

Introducción. El desafío actual en la producción de alimentos saludables es implementar estrategias innovadoras que generen soberanía alimentaria y ofrezcan soluciones frente a la crisis climática, por ello se propone el diseño de un modelo de producción sustentable que integre sistemas silvopastoriles, principios de agroecología, conservación de la biodiversidad y el desarrollo del turismo rural. Su filosofía combina saberes tradicionales con prácticas ambientales innovadoras, promoviendo un equilibrio entre producción y conservación (Vázquez, 2019). Objetivo.  Evidenciar que la integración de sistemas agroecológicos y silvopastoriles contribuye a generar beneficios productivos, ambientales y sociales, y a fomentar el turismo rural y la educación ambiental.  Métodos. Desde 2021 la finca La Liliana, ubicada en Camagüey, Cuba, cuenta con un plan de manejo integral que abarca programas agrícolas, ganaderos, forestales y turísticos, complementados con capacitaciones en agroecología y conservación ambiental. En sus 52 hectáreas se aplican prácticas de manejo regenerativo, principios de permacultura, conservación de la flora y la fauna, así como estrategias de economía circular, como la transformación de residuos orgánicos en abono. Además, se promueve el uso de energías renovables, incluyendo la energía eólica y sistemas de captación de agua. Resultados y discusión. La finca tiene 14.8 hectáreas de bosques naturales, donde se protegen especies endémicas y se desarrollan sistemas silvopastoriles que enriquecen la biodiversidad; además, ofrece actividades ecoturísticas (senderismo, avistamiento de aves) y experiencias agroturísticas que permiten la participación en los procesos de producción alimentos orgánicos dirigidos a personas con necesidades específicas, como celiacos y veganos. La finca posee certificaciones en turismo seguro y forma parte del movimiento Slow Food, reforzando con ello su compromiso con una producción sostenible y responsable. Lo anterior evidencia que la combinación de producción agroecológica y turismo rural puede ser económicamente viable y ambientalmente sostenible; sin embargo, se requiere mayor divulgación del modelo y el fortalecimiento de alianzas institucionales para su réplica en otros contextos. Conclusiones. La finca La Liliana incorpora prácticas sostenibles, como tecnologías silvopastoriles y acciones de restauración ecosistémica, lo que permite generar ingresos, fortalecer la cultura local, preservar sus tradiciones y promover el arraigo y amor por la tierra.