Cosecha de lluvia para regeneración de vegetación en zonas áridas - como antes, pero con las herramientas y tecnologías de hoy
DOI:
https://doi.org/10.53897/RevAIA.23.27.60Palabras clave:
Silvopastoreo, reforestación, suelos, regeneración, ganadería, sustentabilidadResumen
Introducción. Los efectos del cambio climático son evidentes. Revertir este fenómeno es inaplazable, la sobrevivencia misma de nuestra especie está en riesgo. Se signan acuerdos internacionales en esta materia, de ellos se desprenden diversos programas de reforestación. Pero, debido a las sequías recurrentes, el éxito de dichos programas es errático en zonas áridas. En Caborca, como en otras partes de Sonora, en antaño se usó el entarquinamiento para sustentar la agricultura de temporal, esquema que se hacía a prueba y error mediante tiro animal. Localmente se llamó bolsas a esos embalses construidos para acumular agua de escorrentías, posteriormente se sembraban cultivos de temporal. Habitantes de Caborca en Sonora, México, tienen el recuerdo de los abuelos que trabajaban en las bolsas su temporal, así obtenían el sustento. Con la agricultura moderna, basada en extracción de aguas subterráneas y alta tecnificación, los sistemas de bolseo se abandonaron. Hoy día, es fácil ubicar las bolsas en las imágenes aéreas, densos bosques de árboles nativos invadieron profusamente los embalses y canales. Objetivo. Sustentar la reforestación con la construcción de sistemas de bolseo en el árido sonorense. Métodos. Con base en lo anterior, se propuso a la CONAFOR la estrategia de sistemas de bolseo entre 2010-2019, en donde se aprobaron diez proyectos de reforestación para la región noroeste de Sonora. Se utilizó laser, gps y maquinaria pesada para la construcción de una gran infraestructura de bolseo para cosecha de lluvia. Resultados y discusión. La infraestructura generada tiene potencial para infiltrar en el suelo 25 millones de m3 de agua/año; se bolsearon y reforestaron 2 300 ha; los bordos en curvas a nivel tienen 1.2 m de alto por seis metros de ancho en la base; sumando la longitud de los bordos construidos son 460 km. Actualmente, los árboles nativos están invadiendo ya los predios beneficiados, en los primeros proyectos la cubierta vegetal está próxima a 100%, y se implementó un sistema de silvopastoreo; con todo esto, se bajó el índice de agostadero de 60 a 10 ha/UA. Conclusión. Se demuestra la tecnología de bolseo
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