Uso de cámara portátil para evaluar insecticidas sistémicos en Bactericera cockerelli Šulc (Hemíptera: Triozidae)
DOI:
https://doi.org/10.53897/RevAIA.23.27.13Palabras clave:
Bioensayo, cámara portátil, psílido, insecticida sistémico, mortalidadResumen
Introducción. Los estudios de efectividad de los insecticidas se realizan mediante bioensayos de susceptibilidad. Las herramientas utilizadas para la evaluación deben ser flexibles, de bajo costo y que se puedan implementar en áreas remotas y con pocos recursos (Sternberg et al., 2014). Objetivo. Determinar la utilidad de la cámara portátil descrita por Delgado-Luna et al. (2023) en bioensayos con insecticidas sistémicos (Imidacloprid) sobre Bactericera cockerelli. Materiales y métodos. Se establecieron dos experimentos bajo un diseño completamente al azar con los siguientes tratamientos: T1= Agua (testigo), T2= 0.3 mL de i.a del insecticida/1 L de agua, T3= 0.15 mL de i.a / 1 L y T4 =0.05 mL de i.a /1 L de agua (cada tratamiento fue replicado 10 veces). Los tratamientos fueron evaluados en una cámara portátil con una planta de tomate de cinco semanas, con 3-4 hojas y sin raíz. En el experimento 1, los tratamientos (4.5 mililitros/tratamiento) fueron colocados en una solución contenida en el tubo de depósito de la cámara. Mientras que, en el experimento 2, los tratamientos (3 mililitros/tratamiento) fueron colocados sobre tres gramos de sustrato vertidos en el tubo de depósito de la cámara. En ambos experimentos, a las 24 h después de colocar los tratamientos, se colocaron 20 adultos de B. cockerelli por repetición, y la mortalidad fue registrada a las 24, 48 y 72 h. Los datos de mortalidad fueron sometidos a un ANOVA de dos factores con medidas repetidas en un factor, seguido de una comparación de medias de Tukey (0.05). Resultados y discusión. En ambos experimentos se observó diferencia estadística altamente significativa (P-valor=0.0001) entre los tratamientos. A las 72 horas, el T3 causó el mayor porcentaje de mortalidad (74 y 65.5%) de la población de adultos de B. cockerelli en el experimento 1 y 2. No obstante, el T3 generó fitotoxicidad en las plantas de tomate al ser evaluado en la solución, para minimizar es necesario evaluar este tratamiento usando plantas de tomate con raíz. Conclusión. En la cámara portátil fue posible documentar la efectividad biológica del insecticida sistémico imidacloprid en los adultos de B. cockerelli.
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