Arrobados
Interpretextos/volumen 2, número 4
Septiembre 2025-febrero 2026 / pp. 151-170
ISSN-L: 3061-7227
Divulgación
Siempre todo fluye. La lente de Antonio Martínez
Testimonio basado en una entrevista realizada por Patricia Ayala García
“Mucha de la creatividad
viene de las limitaciones”
(Duley, 2012)
Antonio Martínez Martínez es licenciado en Artes Visuales con especialidad en fotografía y está a unos pasos de concluir la maestría con enfoque en Biología; es docente de la Universidad de Colima en el área de Artes Visuales y en Periodismo.
Reside en Colima, donde además de fotógrafo, creció como artista plástico; desde inicios de su carrera ha participado frecuentemente en exposiciones colectivas e individuales; mostrando fotografías de su acervo autoral, sobre documentalismo, naturaleza y paisajes, actualmente cuenta con la exposición de “Naturaleza Colimota” en la escuela de fotografía creativa de la Habana, Cuba.
Gracias a los múltiples viajes lo han invitado a colaborar fuera del estado de Colima como fotógrafo de naturaleza, y ha impartido talleres enfocados en fotografía de naturaleza y fauna silvestre; tiene una la colaboración con NatGeo Traveler y con otros fotógrafos de naturaleza de la República Mexicana, la cual ocurrió en la Encrucijada, en Chiapas, donde se realizó un documental e índices de biodiversidad de esa área natural protegida, con el fin de dar a conocer todo lo que se encuentra en ese hermoso estado.
Además de trabajar como docente, Antonio labora en una consultoría de gestión de recursos naturales, así como en IMADES (Instituto para el Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable) en proyectos de conservación; donde la mayor parte del tiempo -tanto en sus vacaciones y días libres- lo dedica al rescate y monitoreo de flora y fauna en el estado de Colima y en otras partes de la República Mexicana.
Patricia Ayala (P.A) Antonio, háblanos un poco de tu trayectoria artística.
Antonio Martínez (A.M) Algo que me llena el alma es el contar con buenos amigos, los cuales he encontrado por andar de pata de perro. Algunos me han invitado a impartir talleres de fotografía, algunos los he impartido por amor al arte, otros han sido remunerados, y no solo hablo de dinero, sino del aprendizaje y de las amistades que se generan. Esto me sucedió en el reciente taller impartido en la Habana, Cuba, sobre fotografía de paisaje, naturaleza y light painting, con el cual después de estar por aquellos lugares, la magia y la belleza cultural me cautivó y me obligó a empezar una investigación, la cual tengo a medias. Pretendo regresar a terminarla, se titula: “Iroko” de santería, orishas y mucho aché; donde el sincretismo religioso, la práctica de la santería y otras religiones, están fuertemente arraigados hasta la actualidad, donde la fe en los Orishas -que son los santos y deidades africanas- se aprecian en los cultos cotidianos de los cubanos.
Mi amor por la naturaleza y fauna me ha llevado más allá de la fotografía, a seguir estudiando y creciendo en la parte de fotografía y biología, a tal grado de seguir preparándome pero ahora terminando una maestría enfocado en la Biología, y por otro lado, pertenezco al comité de vigilancia ambiental, llamado “Colima Vida Silvestre” en el que “trabajo” como voluntario gracias a la ayuda de PROFEPA. En este comité, por amor al arte nos dedicamos al rescate de fauna silvestre de la región, rehabilitación y reintroducción de los mismos ejemplares. Actualmente gracias a mi inserción en la Brigada de Protección Civil de la Universidad de Colima, sigo colaborando con ellos para impartir talleres sobre fauna silvestre, sobre qué hacer y cómo prevenir algún incidente con algún animal que encontremos en nuestras áreas de trabajo, así como ir y reubicar animales que han salido en algunos campus de la Universidad de Colima.
He participado dentro de muchos concursos, ganado varios de éstos, los primeros, segundos, terceros lugares y menciones honoríficas, y claro, también cuentan los que no he ganado, estos han sido tanto en el estado de Colima como a nivel nacional e internacional. Uno de estos concursos que me llenó de alegría fue el de CONABIO y NATGEO donde las fotografías ganadoras se expusieron en todo Chapultepec en la CDMX.
Actualmente colaboro en varios proyectos enfocados en la conservación de flora y fauna en el estado de Colima y otros más en diferentes estados de la República Mexicana:
P.A: Antonio, esta trayectoria es impresionante, parece que tus experiencias se dividen entre la biología y el arte fotográfico. Cuéntanos un poco del momento en el que te diste cuenta que querías ser artista/fotógrafo.
A.M: Desde niño crecí con el arte en casa, mi madre pintaba, mi padre dibujaba y a la vez los dos bailaban, lo normal: crecer y que le guste lo que siempre has visto con amor y que te llena el alma. Crecí viajando y visitando muchas partes de la República, con una pequeña cámara de film point and shot en mano, documentando los viajes, paisajes, culturas, con canciones y diversión en cada lugar que visitaba con mi tío, claro, más las revistas y documentales de NatGeo y Discovery Channel.
Un día al salirme de un restaurante en medio del desierto de Sonora y meterme al mismo desierto, encontré lo que me orilló a amar los animales, una víbora de cascabel de cuernitos (Crotalus cerastes), la recuerdo muy bien, semi metida en la arena y viéndome fijamente, pero bueno, vayamos a donde realmente sucedió mi evento canónico que dio origen a mi amor profundo por la fotografía, después de algunos años en el 2001 para ser exactos, sufrí un accidente el cual me cambió todo, y cuando hablo de todo, es todo.
Perdí el interés por dibujar, pintar y hacer todo lo que me gustaba, poco a poco regresaron algunas cosas, pero no el amor al arte, continué con algunas actividades y con ellas el estar en la naturaleza, lo cual me llevó a la carrera de Ciencias Ambientales y Gestión de Riesgos, claro, el amor estaba enfocado entonces en la vulcanología, la geología y climatología.
Me di cuenta que me faltaba algo más estando en la carrera, ya tomaba algunas fotos estando en campo, paisajes, rocas, nubes y claro, a los amigos, regresé a bailar y eso ayudó a despejar esa bruma en mi cabeza y me ayudó a enforcame de nuevo en lo que amaba y se había ido; dejé la carrera, aparte algunas materias no me gustaban y no quería perder mi tiempo. Descubrí la licenciatura en Artes Visuales, sí, un nuevo capítulo, ahí redescubrí eso que me apasionaba: el dibujo y la fotografía. Me costó trabajo, pues ya no podía dibujar como antes, pero gracias a un maestro llamado Antonio Carranza pude regresar a dibujar. El hiperrealismo me gustó, pero ya había cambiado el lápiz por una cámara, lo cual me ayudó, pues las dos disciplinas se llevan muy bien y entendí que mi proceso creativo no murió, solo se transformó y regeneró en la fotografía.
Ya ni que hablar de la foto, pues fue el hito para mi proceso creativo como artista, esa parte de investigación, la fotografía análoga, procesos alternativos, ese olor de químicos en laboratorio, esos referentes dentro de la fotografía colimota, como Alfredo, Vilchis, Javier Flores, pues claro todo regresó, todo eso que se había enmarañado dentro de mí se regeneró y ahora estaba íntegro.
Algunos años después de mi accidente, noté que los sentimientos iniciales de frustración y desigualdad desaparecían y nacía en mí un espíritu de lucha interna por demostrarme a mí mismo que estaba íntegro a pesar de la amputación, y esa filosofía la sigo aplicando en todo.
P.A: Platícanos un poco sobre tu método de trabajo
A.M: Metodología tal cual no tengo, siempre he sido del “veamos qué pasa”, la filosofía de un día a la vez ayuda y hace que no esté siempre encajonado o estancado en una misma línea, claro, muchas veces ocurren errores pero eso es bueno, pues es parte del proceso, siempre me he guiado por la pasión de concluir mis proyectos, pero la parte creativa, de investigación, de técnicas y experimentación sí me orilló más a la investigación, el acotar ideas, llevarlas al diario de campo, planificarlas y después interpretarlas para culminar con alguna fotografía, series o proyectos.
P.A: ¿Cómo es el proceso creativo que sigues a la hora de ponerte a trabajar?
A.M: Muchas veces llegan palabras claves, las cuales anoto y las empiezo a desarrollar, eso me ha funcionado con fotografías que ocupan planearse desde meses antes y es contado el tiempo para poder realizarlas, siempre todo fluye, así me gusta, que fluya a pesar de llevar una logística o llevar esos procesos escritos en el diario. En la fotografía siempre son instantes o momentos que pueden o no pasar, a veces planificarlos ayuda, otras no, pues siempre es una constante, solo que sea fotografía artística o autoral, donde tú eres quien dirige, acomoda o hace los escenarios para crear una obra, pero en el paisaje, con los animales o en la fotografía callejera, vas con una idea y cambia en un momento toda la percepción del entorno que ya tenías.
Bien dice Henri Cartier-Bresson con el Instante decisivo, ese instante en el cual hay que presionar el disparador, en ese momento justo para obtener esa parálisis dentro de una acción específica, o simplemente esperar a que ese instante llegue, a veces sucede, otras no, algunas veces llega y no realizas ninguna fotografía, solo queda contemplar y también es ayuda en procesos posteriores.
P.A: ¿De dónde surgen las temáticas de tus obras?
A.M: El escuchar música, el caminar por las calles, el estar solo en medio en un cerro o en el volcán, es ahí donde cada temática se va dando, no hay lugar específico, a veces es bueno entrar al baño y solo estar sentado una hora para llegar a definir algún tema en específico, cada sitio, cada olor, cada rincón debajo de un árbol, cada canción o incluso el silencio, son los que definen que temática abordo dependiendo qué tipo de fotografía realizaré.
P.A: Hoy en día, con todos esos años de experiencia ¿Cómo definirías tu trabajo fotográfico?
A.M: No puedo llegar a definir mi trabajo fotográfico, pues ya hay quienes han realizado lo mismo, claro, cada quien lo interpreta diferente, lo que sí podría definir es la manera de realizar las cosas, ese fin el cual ha llegado a plasmarse en investigación, en libros, en papers de investigación y me he recalcado siempre que si no hay un fin, el trabajo que realizo entonces no tiene mucho sentido, que también hay quienes les gusta mantener acervos y mostrar en redes, que es bueno pero a mí no me funciona tanto.
P.A: Cuéntanos si hay alguna obra o proyecto que hayas hecho durante tu carrera de la que te sientas especialmente orgulloso.
A.M: A lo largo de mi trayectoria artística de 13 años y en mi corta trayectoria como fotógrafo, la cual apenas la considero desde hace cinco años, podría decirte que fue mi trabajo de titulación. El ver culminado ese documento, esa investigación de personas con la misma problemática que yo, que no tenemos ningún problema, pero ante una pérdida de extremidad, claro la problemática siempre surge en nuestro entorno, las limitaciones que nos hacen ver y el problema de cómo diablos regreso a ser quien era. Al final, las limitaciones solo son habladurías pues nosotros no nos limitamos y ahí el resultado. Ese es un proyecto que considero con mucho impacto, no solo para mí, sino para esos artistas que quedaron ahí en ese registro y salieron a demostrar que no tienen límites, que salieron a mostrarse y a deslumbrar con su trabajo, claro, hay otros proyectos que me entusiasman, que van enfocados en la fotografía y en la biología, los cuales me llenan de orgullo al contribuir con registros e investigación en el estado sobre especies no registradas en Colima, como jaguares, murciélagos, y algunas aves, pero para mí el hito es mi trabajo de titulación.
P.A: ¿Cuál ha sido la exposición que te produjo más emoción, más nervios, más expectación?
A.M: Sin duda la exposición que me causó mucha emoción fue la del Parque de Chapultepec en CDMX, ver tu fotografía en tremendo formato, al lado de otros fotógrafos e incluso amigos de otros estados que son bastantes buenos, me llenó de alegría, emociones y sensaciones que no había experimentado, y vaya que he realizado varias exposiciones colectivas e individuales. La exposición que presenté en Cuba, esa sí me puso los nervios de punta, más porque no sabía a lo que me enfrentaba, por lo menos aquí sabemos con los recursos que contamos, ya sea en galerías, espacios urbanos, y museos, pero allá me fui a ciegas. El llevar todo el material para hacer la curaduría, el montaje y llevar una temática que no es muy frecuente encontrar en ese lugar, fue mi némesis, ya estando allá nada de mis miedos y ese sabotaje en mi cabeza pasó, todo fluyó, la exposición gustó y se quedó allá, me pidieron que les regalara toda la exposición.
P.A: Cuéntanos ¿Qué influencias tempranas tuviste con respecto al arte?
A.M: Siempre fue la influencia de mis padres y la parte empírica, crecí rodeado de enciclopedias, libros, revistas, música y danza. Después del tiempo llegó la tecnología, ya podías medio investigar o leer sobre temas que te gustaban, así empecé de lleno con animales, artistas, más música, otros ritmos de baile, y claro, los documentales y programas en TV, entre ellos el de mi artista favorito y siempre feliz, Bob Ross.
P.A: Regresando al mundo del arte cuéntanos ¿Qué significa para ti el arte en general o la fotografía en particular?
A.M: El arte siempre ha significado una forma de expresión que utiliza diversos medios, desde niño me encantó ver el inicio, esas pinturas rupestres que son el parteaguas a una expresión de lenguaje, no como palabras sino sentimientos o sucesos que quedaron plasmados en ese momento. El arte es algo igual a esa necesidad de expresar, ese lenguaje que muy pocos son capaces de reproducir, pero que provoque esa misma reacción a quienes lo ven, que experimentan ese mismo lenguaje, ya sea estético, intelectual o emocional, es importante. Es esa manera de mostrar nuestras ideas, visiones, emociones o pensamientos transformados en algún medio, como la pintura, el grabado, el dibujo, la fotografía, esculturas, danza, música, literatura, cine entre otros, sin embargo, solo hay algo clave, es eso que te da felicidad y te ayuda a que la vida sea más llevadera, eso que te ayuda a sobrepasar nuestras adversidades, y no solo lo podemos enfocar en algún medio de expresión. También pasa así con algún suceso cotidiano, esos atardeceres que siempre son diferentes, ese baile en el kiosko del centro, ese olor cuando pasas por el puesto de los tacos, esa sonrisa de la persona que cruza miradas, eso que vemos a diario, eso es arte.
Al final el arte es eso, esa manera de conectar con los demás y con uno mismo a través de la creatividad y de la interpretación.
P.A: Y hablando de nuestra región, ¿Cómo ves el panorama artístico en Colima y, en general, en el país?
A.M: Siempre se ha visto la prostitución del arte a nivel general, nunca se le ha dado la importancia, siempre ha sido para pequeños círculos sociales, en la actualidad con las nuevas tecnologías creció, hay muchos artistas que luchan por un lugar, hay muchos que se han dejado ver con nuevas propuestas, otros más que siguen estando en los mismos lugares, no creo que solo suceda en Colima, en México en general tenemos una nula cultura.
Hay algo que siempre me ha intrigado y es esa pelea constante entre colegas, cuando debería ser al contrario, el sol brilla para todos, uno es mejor que el otro, y siempre habrá alguien que lo haga mejor. Todo está ya hecho, nada es nuevo, no hay innovación en técnicas o estilos eso hace que el arte decaiga, todos luchando con su ego por demostrar la superioridad, cuando en realidad vamos remando todos contra corriente por llegar al mismo lugar y mostrar lo que mejor sabemos hacer que es crear.
P.A: ¿Cuál es tu opinión sobre la relación entre el arte, la fotografía y las nuevas tecnologías?
Las nuevas tecnologías al final son herramientas que nos benefician y a la vez no, hoy en día con las redes y esa creación masiva de arte con IA que pasa a romper para muchos medios de expresión de las artes. Nos damos cuenta que se está utilizando bien, pero con un enfoque malo. En fotografía se ve muy seguido, muchas imágenes subidas a redes como fotografías, con descripciones mágicas de cómo se tomó la fotografía, la cual se comparte miles de veces y es creado con IA. La gente no lo nota pues es tan real, no digo que estemos peleados con las nuevas tecnologías pues son nuestras herramientas de trabajo, lo que sí, es que se han interpretado o manipulado para llegar a un fin que no es el adecuado.
P.A: ¿Qué ventajas y desventajas crees que ofrecen las nuevas tecnologías y las redes sociales para divulgar tus fotografías?
A.M: La principal es la accesibilidad global, gracias a ello en cualquier parte del mundo pueden acceder al arte, ver, comprar, estar en exposiciones virtuales o incluso proyectos creativos, eso permite a artistas de todo el mundo poder compartir su trabajo.
Por otro lado, las nuevas tecnologías nos han ofrecido nuevas herramientas para crear arte, como arte digital, realidad virtual (VR) o la inteligencia artificial, todas estas innovaciones abren puertas a muchos artistas, con diversas formas de expresión completamente nuevas para todos, que pueden conectar con las audiencias más jóvenes y tecnológicas.
P.A: Nos has platicado de las múltiples actividades a las que te dedicas día con día, ¿cómo las compaginas y logras continuar con tu creación artística?
A.M: En realidad nunca lo he hecho o he reflexionado de cómo compaginar mis actividades, siempre hay algún momento que enriquece esa creatividad y se integra así sola, ya sea en el trabajo, en proyectos o incluso en algún walking fotográfico, siempre ha sido así, esa visión de la vida, lo más simple, tan simple como el salir y caminar me lleva a hacer fotografía, estar en medio del cerro, contemplar un paisaje, salir con la familia etcétera; así ha sido siempre, parte de mi ser, aprendí a siempre traer mi cámara a un lado. Lo más importante es que siempre encuentro lo que me hace sentir más equilibrado y creativo, así en esas simplezas de la vida, la combinación de actividades no tiene por qué ser forzada; todo depende de cómo fluya de manera natural la vida.
P.A: Para terminar, ¿qué otros artistas fotógrafos actuales te gustan y nos recomiendas observar?
A.M: Mi fotógrafo favorito de NatGeo, es Frans Lanting, él rompe con todos los esquemas de la revista y hace de ello magia pura, por otro lado, en la pintura tenemos también a Durero, Caravaggio, Rembrandt, Davinci, Van Gogh, Remedios Varo, de mis artistas favoritos; y como fotógrafos que me causaran impacto con sus obras, tenemos a: Bresson, BrassaÏ, Robert Capa, Ansel Adams, Annie Leibovitz, Avedon, El niño Metinides, Joel Peter Witkin, Greg Marinovich, Ken Oosterbroek, Diane Arbus, Kevin Carter, Martine Franck, Tochimani, mi fotógrafa favorita mexicana chingona Graciela Iturbide.
Y claro que tenemos fotógrafos muy buenos en Colima, como, Javier Flores, Mario Chávez, Nedy Palacios, Alfredo Mendoza, Vilcoyote o Gustavo Vilchis, Raúl Arámbula, Christian Villicaña, Dorian Torres, Israel Valladares y el buen Tapiro.
P.A: Muchas gracias Antonio, un placer realizar esta entrevista.
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