379
Las noches se me hacen más duras que los días […] Yo tam-
bién estoy tendida en la oscuridad, la oscuridad está dentro y fuera de
mí, es como si estuviéramos los dos juntos bajo el agua, bajo la tierra,
como si compartiéramos una misma tumba (p. 91).
El “Mini-Tejón”, como le llama en algunos momentos, era —para
ella— el más pequeño de la familia, a la que también pertenecían el “Gran
Tejón”, su esposo, y la “Tejoncita”, su hija mayor. Con estos apodos cari-
ñosos, Starobinets —“¿la Gran Tejona?” — nos hospeda en la intimidad
de su microcosmos familiar en el que se desenvuelve la trama que arrancó
en el consultorio de un radiólogo.
Tienes que mirar es también una denuncia al sistema de salud de
su país, uno de los objetivos principales por los que la autora escribió el
libro —ha reiterado en varias entrevistas— y por lo que justifica la de-
cisión política de mantener los nombres reales de los profesionales y los
hospitales a los que acudió. En un fragmento —al describir el perfil de
un médico por quien será atendida— Starobinets se refiere a la escuela
soviética como eminente y comprometida (p. 19); y en otro —después del
maltrato recibido en aquella consulta—, como anticuada y mohosa (p. 26).
Sin ningún tipo de consentimiento, en dicha consulta, su cuerpo
es convertido en un caso frente a un grupo de estudiantes universitarios
ante el cual el médico se encarga de esgrimir explicaciones —tan técnicas
como crueles—, que hacen de la protagonista un objeto de la mirada clí-
nica foucaulteana. En este episodio enmarañado de violencia obstétrica,
destaca una confrontación nominal: feto versus bebé, este último será
defendido por la autora hasta el final.
George Steiner sostuvo que lo que no se nombraba, no existía; lo
que pareciera estar en juego aquí es el tipo de existencia. De manera que
esta confrontación es el camino de una esperanza tintineante, atropellada
—una y otra vez— por distintos eventos de una situación irremediable,
cuyo dolor es alimentado por la insensibilidad con la que Starobinets
es maltratada por el personal médico. Entre estos eventos resalta el en-
cuentro con una trabajadora de limpieza con quien se desencadena una
fugaz e intensa medición de fuerzas en torno a los usos del hospital que
dictamina el reglamento, que nos dirigen a un aspecto reiterativo en su
obra, la rivalidad entre mujeres (cis).